Códigos QR

¿Has escaneado alguna vez un código QR? Seguramente los has visto porque están por todas partes. Son unos cuadraditos en blanco y negro, que sirven para almacenar información y hacerla accesible rápidamente, de ahí que su nombre pueda traducirse como código de respuesta rápida.

El código QR es la evolución del código de barras. Puede contener más información, menos errores, es más fácil de leer y de imprimir y es más seguro.

Solo necesitamos nuestro móvil y una aplicación que sea capaz de leer el código. Hoy en día, a través de la mayoría de las cámaras de cualquier smartphone o Tablet, se pueden escanear los códigos QR permitiéndonos, fácilmente, acceder a una serie de servicios:

  • Páginas web
  • Descarga de aplicaciones
  • Acceder a recursos como cartas de restaurantes, información turística, etc.
  • Conocer las compras por internet
  • Conectarnos a whatsapp a través del ordenador
  • Como método de pago a través del móvil
  • Para acceder a zonas de ocio
  • Etc…

Indiscutiblemente, son muchas las ventajas que ofrecen los códigos QR, pero no debemos olvidar que tienen también sus inconvenientes.

El problema no está en el hecho de escanear el código QR, sino en la información que almacena. Por esa razón, hay algunas recomendaciones que, junto con el sentido común, podemos poner en práctica para asegurarnos de no caer en las redes de algún ciberdelincuente que pretenda infectar nuestro dispositivo o robar nuestros datos. Son éstas:

  • No acceder a una URL que nos parezca sospechosa.
  • Si te ofrecen acceder a una web que conoces, cierra el enlace y entra por la URL por la que entras siempre.
  • Asegurarnos de que la web a la que vamos a acceder tenga HTTPS, que nos indica que cumple con los estándares de protección y navegación segura.
  • Usar una aplicación que permita visualizar el enlace de la web a la que redirecciona o analizadores de enlace como Virus Total. Antes de abrir la web, podemos asegurarnos de que no se trata de un ataque de ingeniería social.
  • También podemos recurrir a aplicaciones que realizan chequeos de seguridad antes de activar el código QR en el smartphone.
  • No proporcionar ningún dato personal ni contraseña, a una URL a la que hayamos accedido a través de un código QR.

El uso masivo de dispositivos móviles ha contribuido al aumento de la utilización de los códigos QR proporcionándonos acceso a determinada información de una manera rápida. No se trata pues, de no utilizarlos, sino de hacerlo con sentido común y estando informados de los posibles riesgos a los que podemos exponernos.

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